miércoles, 2 de julio de 2014

VINOS BRASILEÑOS





Para no quedarnos atrás con esta fiebre mundialista y reconociendo que Brasil tiene como religión el futbol, decidí investigar para ver qué cosas tiene que ofrecer en la suculenta área que me interesa.  Los vinos.  
  

Por razones principalmente climáticas, Brasil no es el territorio idóneo para la producción de vinos, sus extremosos veranos, húmedos otoños y calurosos  inviernos, Brasil no es una sede vinícola.   Pero aún así hay un par de lugares donde se han esmerado por dar el mejor cuidado y trato a la vid para que desarrolle características autóctonas y especiales  para hacer vinos de calidad.



Por estas razones los Brasileños no son unos tremendos consumidores de vino, pero debido a que muchos son descendientes de Europeos,  por ahí hay un porcentaje de la población que tiene esta cultura del vino un poco arraigada principalmente por la tradición.

 En las últimas décadas el consumo del vino se ha ido popularizando en todo el territorio, lo que ha provocado que las antiguas productoras vitivinícolas que solo producían para el auto consumo, poco a poco han ido incrementando sus producciones locales a algo más industrial permitiéndoles así competir a nivel internacional.

En la actualidad existen varias zonas productoras, por ejemplo,  La región de la Sierra de Santa Catalina, el sur de Minas Gerais, Paraná o incluso zonas más cálidas como Bahía Pernambuco.  Sin embargo, los mejores vinos se produzcan en Río Grande del Sur, el estado más frío del país, cercano a Uruguay.

Durante muchos años, sólo un bajo porcentaje de la producción de vino brasileño se elaboraba de uvas nobles, es decir de la variedad de Vitis Vinisfera con la que se producen generalmente los vinos.    Con el paso del tiempo y el establecimiento de compañías vitivinícolas en las zonas más importantes del país se registra un cambio gradual en la variedad de vid, y por lo tanto una mejora considerable en la producción de vino.


Las principales vides que se acomodan a éste territorio es el Cabernet Sauvignon en su mayoría, complementando el total con Merlot, Gamay, Syrah, Tannat y Cabernet Franc; y las blancas, Chardonnay, Riesling, Sauvignon blanc, Moscatel.

Lo cierto es que el vino espumoso es el que tiene mas fuerza en ésta región, más de 400 bodegas se dedican a su producción, siendo el tipo de vino que mas reconocimientos internacionales ha obtenido.  La acidez de las uvas es la mejor garantía para tener un excelente espumante, fresco y súper alegre, vivaz y lleno de sorpresas. 

La mayoría de los productores utilizan el “método charmat” pero algunos otros ya usan el método “champenoise”  que da mayor complejidad. 



Tal vez pocos sepan que en Garibaldi y Bento Gonçalves, son las ciudades donde se esconde el paraíso de los vinos espumantes, ambas forman parte del estado de Río Grande Do Sul; éste estado es uno de los mas europeizados del país, en medio de paisajes y arquitectura muy alejada de la postal brasileña, pareciera que todo se conjunta para ser el lugar idóneo para los vinos.

Garibaldi, fue la primer colonia establecida por italianos, y es conocida como la capital del espumante, gracias a que  su producción aporta el 80% de vinos espumosos del país.  Cabe destacar la Vinícola Garibaldi que en sus instalaciones se produce el espumante de moscatel mas premiado de Brasil.


En 1899 llega al sur de Brasil el italiano, Manuel Peterlongo, quien comienza a elaborar la deliciosa bebida, bajo el método champenoise, (procedimiento francés cuyo creador de la el nombre a la famosa Champagne “Don Perignon”)  quien da vida a la primer champaña brasileña en 1915, siendo la única bodega autorizada de utilizar el nombre de “Champaña” fuera de territorio francés.


Bento Gonçalves es la capital brasileña del vino, también llamada "Ciudad de los Sentidos"; hoy con denominación de origen, es el territorio que tiene mayor concentración de vi;as en el país y se producen los vinos de mayor calidad, aunque también se llegan a producir los "Coolers" típicos de Brasil que son muy dulces y livianos. 


La Asociación Brasileña de Enología, se fundó en 1976 con el objetivo principal de impulsar la cultura vitivinícola del país y regular también la relación entre enólogos, sommeliers y consumidores, además de mejorar técnicas, impulsar capacitaciones y apoyos para  todos los involucrados en la producción del vino en Brasil y así avanzar juntos y permanecer vigentes.  La economía gira en torno a ferias temáticas, visitas guiadas a las vi;as y la generación de una extensa variedad de productos asociados al mundo vitivinícola, desde cosméticos, textiles, adornos y golosinas. 




El mundo del vino en Brasil, está sumamente consciente de que tiene vecinos productores de vino de excelentes reputaciones, que desde hace tiempo vienen logrando unas verdaderas maravillas, pero, aún así es momento de darle la oportunidad a los vinos brasileños y apreciarlos por sus características y estándares y seguramente nos llevaremos muy gratas sorpresas. 

Y bueno, al final de todo, siempre se pueden fusionar gustos, pasiones y demás experiencias, y obvio no podían faltar los vinos representativos del mundial. 




                                                                        SALUD!!!!